Continuando con las recomendaciones a los viajeros frecuentes, es importante abordar el tema de las enfermedades físicas como psicológicas, cuáles son sus manifestaciones y la mejor forma de llevarlas, ya que como cualquier otra actividad laboral, la de viajero de negocios es una de las que más riesgos para la salud conlleva.
En un artículo anterior fueron abordados temas relacionados con la salud física, aunque es importante y se abordará más adelante, por ahora tendremos en cuenta las repercusiones psicológicas de quienes por su trabajo deben estar de hotel en hotel en cualquier lugar del mundo.
Estos profesionales que pueden llamarse negociantes, periodistas, artistas y/o conferencistas en su mayoría tienden a desarrollar una síndrome que los especialistas han denominado “Desmembramiento de los afectos”, que se manifiesta en síntomas como stress, sensación de soledad, debilitamiento de las relaciones familiares. Todo ello deriva en inestabilidad emocional.
Muchos de los que se atreven a tener un estilo de vida así, son solteros y tienen grandes expectativas en su trabajo, además entre las ventajas que relacionan está el de ampliar su mundo al conocer diferentes culturas. Pero al final, aseguran que en algún momento abandonarán esa forma de vida, para poder conseguir la anhelada estabilidad.
Quienes ya cuentan con un círculo familiar estable, aseguran tener problemas con la separación cada vez que deben regresar a su actividad laboral y confiesan desear conseguir un trabajo en tierra. Pero atraviesan por el temor de volverse a acostumbrar a una vida más sedentaria y a reincorporarse en un círculo familiar, porque los demás ya cuentan con un ritmo de vida en el que no contaban con la presencia definitiva del viajero.
Más enfermedades físicas
Enfermedades laborales del viajero tales como las infecciosas (hepatitis Ay B, Tifoidea, intoxicaciones, paludismo y/o dengue, entre otras) están a la orden del día para el viajero, todas ellas provocadas por un sistema inmune que se ve afectado por cambios en la alimentación y variaciones emocionales.
A esto se suman las largas horas de vuelo, que ocasionan complicaciones derivadas como el “Trastorno venoso”, que aparece por permanecer bastante tiempo en un avión.
Otra enfermedad es el “Jet Lag”, provocado por los cambios en los desusos horarios, que traen como consecuencia alteraciones del sueño y de acomodación del reloj biológico.
Para terminar, se relacionan otros trastornos como la gripe u otras que se contagian por vía aérea, dada la cantidad de personas con las que se deben topar por el camino, así como el permanecer mucho tiempo encerrado en una cabina de avión.
Ante situaciones como las mencionadas es importante tomar un seguro de salud como el que le ofrece Atlas para Viajes de HCCMIS, en el que obtendrá una amplia y completa cobertura durante todo su viaje de negocios o de placer.