En tiempo tan difíciles como los que estamos experimentando actualmente cada situación de gasto es motivo de preocupación. Buscamos ahorrar en todo lo que podemos en cuanto a servicios del hogar, transporte y todo cuanto podamos en nuestra vida cotidiana. Así, si pensamos viajar ya sea por motivo de vacaciones, estudios o trabajo también buscamos aplicar nuestra forma de austeridad de gastos. Sin embargo qué tan lejos podemos llegar con estas medidas. ¿Es usted capaz de poner en riesgo la salud o la vida de usted y sus acompañantes? Analicemos un poco este tema.
Austeridad en casa
Los tiempos cambian y ya no solamente la economía recae en un solo miembro de la familia, ambos padres suelen desempeñar papeles importantes para obtener el balance adecuado entre los ingresos y egresos familiares. Se clasifican por consiguiente los gastos en casa como primarios, secundarios y no necesarios. La alimentación, educación, salud y vestimenta son los principales ejes familiares. Siguen en la lista la hipoteca, consumo de electricidad y agua. El transporte es una necesidad y es afrontada de diversas formas. Dentro de los gastos secundarios el del servicio de internet tiene un alto grado de importancia. También están los gastos utilizados para el entretenimiento familiar: cine, espectáculos, fines de semana o vacaciones.
Nos damos cuenta que son muchas las exigencias que tenemos en casa. Y las medidas de austeridad que tomamos apuntan a reducir los gastos respectivos de cada uno de estos. Todo es posible con cierta disciplina. Sin embargo existen algunos gastos que no debemos tocar y se encuentran entre los gastos primarios. Podemos prescindir de muchos servicios y consumos como el del cable y hasta del internet, pero sin salud, alimentación, educación y un hogar donde vivir la austeridad sería un problema grave para la familia.
Austeridad al viajar
Cuando tenemos la oportunidad de viajar al extranjero nuestro comportamiento en cuanto a la preparación de nuestro presupuesto de viajes suele ser un reflejo exacto al que realizamos en casa. Recortamos en gastos de vuelo aéreo, alojamiento y restaurantes, por ejemplo. Y cuando toca tratar el tema del seguro de viajes lo pensamos dos o hasta tres veces. Sin embargo no solamente debe pensarlo como el hecho de realizar un gasto más por unos cuantos días fuera del país, usted debe mirar más allá del papel a firmar. Contar con el seguro de viajes que más se acomode al motivo de su viaje debe ser una prioridad en sus gastos. Los motivos para hacerlo son por una parte mantener tranquilos a sus familiares y usted frente a un accidente que le pueda ocasionar desde pequeños daños físicos hasta una muerte temprana.
Sin embargo antes de adquirir un seguro de viajes es recomendable que se asesore bien para que pueda elegir el seguro que más se adecue a sus necesidades y así no tenga que pagar de más por un seguro que cuente con servicios que no necesita. Por un ejemplo, si en su viaje usted no practicará deporte alguno, no necesita adquirir dicha cobertura.
Practicar medidas de austeridad tanto en la casa como en los viajes deben ayudarnos a crecer y no a empeorar nuestra situación financiera y de salud que tanto nos cuesta mantener a flote en estos tiempos de crisis.