Pasar unas vacaciones en el extranjero representa siempre una gran satisfacción. Sin embargo, los viajes conllevan algunos riesgos que se deben asumir mediante una planificación adecuada para emprender nuestras vacaciones de forma tranquila y sin ningún inconveniente.

Aunque no todas las personas planean de la misma forma sus viajes de placer o trabajo, hay algunas precauciones necesarias que nos permitirán resolver cualquier problema que se presente al momento de viajar. El seguro de viajes es la medida más común y más efectiva para afrontar los riesgos e imprevistos que puedan surgir.

 

Los seguros de viajes son una inversión, no un gasto

Imagínese qué ocurriría si usted sufre un esguince de tobillo en su destino turístico o es víctima de un robo. Más allá de que eso echaría a perder sus vacaciones, los gastos médicos del tratamiento de su lesión podrían ascender a una pequeña fortuna. Una póliza de seguros no reducirá los riesgos propios de un viaje (esos solo los puede reducir usted mismo a través de la cautela y el sentido común), esta será el recurso al cual podrá acudir en caso de que algo salga mal, a pesar de las precauciones que pueda haber tomado.

Los tipos de seguros internacionales cambian de acuerdo con el tipo de viaje que usted realizará. En caso de que usted vaya a realizar un viaje de negocios, entonces usted podría contratar la póliza Atlas Profesional, concebida especialmente para ejecutivos que viajan por trabajo varias veces al año.

En cambio, si usted viaja con la idea de esquiar o de practicar algún deporte extremo, entonces requerirá de una póliza Atlas, seguro de viaje internacional que puede cubrir los accidentes producidos durante la práctica de deportes extremos e incluso lesiones dentales. Este seguro también cubre hospitalización y  evacuación médica de emergencia, con la finalidad de que pueda regresar a su país de residencia.